Francisco AlcántaraArtista y crítico de arte
Rafael Botí es el caso todavía excepcional entre nosotros de pintor moderno, muy joven, con técnica muy del día y valientemente orientada hacia el futuro. ¡Cuánta alegría, cuánta audacia y luminosidad, expresadas con gallardo y hasta temerario ímpetu juvenil!
En una ocasión, y en un asunto costero del Cantábrico, Botí recuerda dignamente, o sea en espíritu, al gran Regoyos. Rafael Botí es muy joven, delgado, sutil casi, como los sonidos armoniosos que produce en su oficio de instrumentista de orquesta, y todo anuncia que su nombre podrá brillar algún día como la luz de estrella sobre el fondo majestuoso de la historia más peregrina que han fraguado los hombres, porque es de Córdoba. Hagamos lo posible por desbrozar los caminos de la juventud bien dotada. Rafael Botí es discípulo de Vázquez Díaz.
EL SOL, ABRIL DE 1927.