Ana BerrugueteHistoriadora del arte
RAFAEL BOTÍ PAISAJISTA LÍRICO
Paisajista lírico, no en balde fue músico además de pintor, Rafael Botí destacó desde temprano en el contexto de la renovación de la pintura española de los años 20. Su delicada paleta cromática y el sintetismo formal a la hora de interpretar el paisaje andaluz, vasco y madrileño, le valieron pronto el calificativo de pintor moderno. Pero lo suyo era una modernidad clásica, sin estridencias ni rupturas abstractas. La pintura de Rafael Botí se mostró también alejada de la voluntad académica descriptiva del paisaje y, en contraposición, interesada por la interpretación subjetiva de la Naturaleza. Su prolífica trayectoria se mantuvo fiel a unos principios clásicos, —que algunos críticos calificaron de “primitivos” haciendo referencia a la pintura italiana del Quatrocento—, pero siempre a través de un temperamento moderno.
No cabe duda de que aprendió la mejor lección de su maestro Vázquez Díaz: la libertad en la creación y un sentimiento profundo hacia el paisaje. Pero también supo desligarse y desarrollar un estilo personal que no abandonó jamás. La exquisita modernidad compositiva y su delicado sentido del color, llenaron sus paisajes de luminosos acordes.
Ana Berruguete, 2020
Inédito