Cargando

Benjamín CarracedoCrítico de arte

Con Monseñor Infantes Florido, Obispo de Córdoba, en la exposición celebrada en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba en 1983

De pocos artistas se puede decir lo que se dice de Don Rafael Botí (Córdoba 1900 - Madrid 1995): la crítica siempre lo alabó y siempre lo hizo de la misma manera. Se ha definido su pintura como eminentemente substantiva porque elimina todo lo superfluo, lo innecesario, se queda siempre con lo esencial, no obstante no se le podría catalogar dentro de la pintura naif. Su obra fue siempre resultado, expresión de su personalidad; simple, esencial. Antonio Gala lo define como el cordobés típico: sabio, austero, parsimonioso y desdeñoso y creo que acertó. Pintura silenciosa, sencilla, transparente pero que sobrepasó largamente los límites de lo local. Su obra crece cada día más, sobre todo ahora que ya no está entre nosotros este andaluz universal llamado con letras mayúsculas: RAFAEL BOTÍ. 

REVISTART, 16 (1997).

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para el correcto funcionamiento del sitio y generar estadísticas de uso.
Al continuar con la navegación entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies.
Continuar