Rafael CastejónPresidente de la Real Academia de Córdoba
Botí era el principio más pálido, más empastelado, más aguanoso, más grisáceo. Ahora «su pincel vibra dentro del color». Pero donde su cambio es más profundo, es acaso en el mismo concepto de la pintura, antes impresionista pura, tal vez con el fácil impresionismo de la pueril primicia, y ahora más estudiada, más real, más viva. Con estas apreciaciones ya va al joven Botí mi enhorabuena por su tenaz labor y hondo esfuerzo.
LA VOZ DE CÓRDOBA, AGOSTO DE 1931.