Miguel Ángel del Valle-InclánEscritor y Presidente de Tabacalera S.A.
Andaluz de Córdoba, más romano que moro, el hombre fue tocado desde su infancia por el dedo del Genio del Arte. Conocedor de todo en pintura y música, observador tranquilamente apasionado de las «revoluciones» del arte que vivió en Paris de los últimos veinte años, y que sintió de cerca en la España de los «Independientes», los artistas que hacían su obra sin preocuparse de lo que pudieran decir los críticos, su pintura que hoy podemos gozar, es siempre como un concierto de cámara, en el que el intimismo, el tono susurrado y la aspiración a producir una alegre paz espiritual tan bien se hermanan con el instrumento musical que ha sido su compañero de tan largos días: la misteriosa viola. Todas sus obras están llenas de amor y de talento, y alegran el espíritu y dan gozo a los ojos.
DEL CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN CELEBRADA EN EL PATIO DE LA CULTURA DE TABACALERA (MADRID), EN 1989.