Rafael MarquinaCrítico de arte
... La apetencia de Rafael Botí al que acabo de referirme tiene, para sus andaduras, viático de inteligencia. Además de pintar, el artista aspira en este caso a dominar el "porqué" y el "como" de su propia pintura. No extrañe a nadie, por tanto, verle de pronto parado en mitad del camino, auscultando el mundo que resuena en su corazón.
Rafael Botí será, sin duda, un gran pintor. Y se dará el caso que pueda ser ejemplar. Porque Botí, tanto como el temperamento y la técnica, tienen valor de arte la conciencia y la voluntad.
Rafael Marquina
"Heraldo de Madrid", abril 1927