Antonio MerloPintor y periodista
El éxito alcanzado por el pintor cordobés Rafael Botí, con la exposición de sus paisajes abierta en la casa Nancy de Madrid, es de lo que produce en las gentes «del Oficio» tanto consuelo como sorpresa: tan raro es, por desgracia, el caso de que un joven artista, que no intriga ni tiene padrinos, logre en una primera exposición de sus obras el más franco triunfo entre los profesionales y la crítica. Córdoba, tan zarandeada por artistas cegatos, tan mal comprendida, tiene ahora un pintor de sus campos maravillosos. Cuando esta querida ciudad –que con tal perseverancia suele regatear a sus hijos artistas el estímulo de su elogio y el apoyo de su mano– reciba hoy las noticias laudatorias que de Madrid le llegan por obra de este joven pintor que nació entre sus muros, y entre ellos sintió las primeras iniciaciones inefables del arte, yo espero que mi tierra se sentirá orgullosa –franca y comprensivamente orgullosa– de este triunfo que por exquisito artista y hombre bueno, Botí se merece.
PINTURA MODERNA, ABRIL DE 1927, CON MOTIVO DE LA PRIMERA EXPOSICIÓN INDIVIDUAL DEL PINTOR.