Rafael RomeroPeriodista
... Córdoba, lejana y sola. Así es para el pintor Rafael Botí la ciudad califal. En su pintura no hay voces de mercado, ni gritos de muchedumbre sublevadas: sólo el silencio, soledad en sus calles y silencio en los jardines domésticos, quizá en ellos quiere adivinarse un rumor de fuente, música maravillosa. La fuente humilde, del jardín interior, solo es audible en el silencio. La soledad sonora de la fuente de los patios en flor, nos trae nostalgia de tiempos pasados que Rafael Botí, para su deleite, conoció en sus años mozos. Y en los paisajes rurales de este pintor, la soledad se expande hacia la lejanía.
Homenaje Galería Ansorena. Noviembre 1987.